Los planteamientos de Dewey encontraron cabida en un país donde se construía una identidad nacional a partir de otros símbolos e imágenes, de hecho se estaban constituyendo nuevas normas y expectativas del “sistema”, nuevas representaciones de lo que era el ciudadano mexicano producidos por el cambio social.
La teoría pedagógica de Dewey se vincula con la educación en México por su carácter de planteamiento surgido en el siglo XX, por su sentido democrático liberal, por su origen filosófico, sus tintes sociológicos y culturalistas; no eran solo un método para la escuela y no importaba si se instalaba tal cual en México, de hecho contribuyó a la construcción de nuevas representaciones o a darle otro sentido a las ya existentes, por tanto participo en la articulación de nuevos símbolos e imágenes.
Tenía que descubrirse una filosofía de la educación que integra una nación con fuertes divergencias entre sus pueblos, normas culturales y necesidades económicas, pro cuando el movimiento educacional se concretó fue en realidad una racionalización, un reconocimiento de los nuevos valores consecuencia del conflicto, fue el reconocimiento formal de la imagen de un “nuevo México”.
Fue con la llegada al poder de la dinastía norteña que se dio la posibilidad de instaurar un proyecto educativo que coadyuvara con la integración nacional, así la tendencia deweyana se fue incorporando paulatinamente. La dinastía Norteña llego al poder en 1920 no eran radicales; más bien eran conservadores, representantes de una democracia política vagamente definida que se basaba en la componenda y en la evolución. Evadiendo las promesas agraristas de izquierda de la Constitución de 1917, la dinastía Norteña realizó una alianza en la que se asoció a los hacendados del norte con los terratenientes y los hombres de empresa, busco una solución que contuviera el clamor popular y mantuviera el statu quo, eran renuentes a las reformas radicales pero conscientes de las exigencias públicas.
Plutarco Elías Calles sostuvo que la idea de revolución era vigente, la postulo como un fenómeno siempre en marcha y con esto le dio el dominio de lo indefinido: el futuro. El futuro es lo que definirá a la revolución, el propio Dewey afirmaba, en 1926 bajo el periodo presidencial de Plutarco Elías calles: la revolución en México aún no se concreta. “No existe ningún manifiesto que no se refiera a los principios de la revolución; desde el punto de vista, que hay que terminar la revolución, que se deben juzgar los eventos en México, y no desde los métodos y legislaciones de países en los que las instituciones sociales y políticas están estables”.
El programa de gobierno del general Plutarco Elías Calles, expuesto en su campaña como candidato a la presidencia, consideró los siguientes aspectos:
1. Estimular y allegar por todos los medios la organización del pueblo mexicano.
2. Cumplir y hacer cumplir estrictamente el artículo 27 de la Constitución y procurar la resolución del problema agrario.
3. Procurar la inmediata y justa reglamentación del artículo 123.
4. Continuar el programa cultural y educativo de las masas y preferentemente los indios.
5. Procurar el desarrollo gremial de las clases medias y submedias, acercándolas al proletariado.
6. Lograr por un amplio y bien editado sistema de comunicaciones, el mejor conocimiento de todas las regiones del país, y el intercambio comercial de sus productos, como base moral y material para desarrollo del espíritu nacionalista.
7. Establecer un gobierno netamente nacional, con exclusión de camarillas y sin espíritu sectario.
8. Realzar el acercamiento de México con todos los países del mundo.
La campaña de Calles reflejaba la relevancia de la construcción del estado. Las décadas comprendidas de 1920 a 1940 se distinguieron por una transformación del Estado, este es el protagonista dela época, “el estado, lejos de ser un bloque monolítico, era entonces un conjunto de fuerzas muchas veces conflictivas cuya base descansaba en el movimiento sindical cronista, el ejército, la burocracia, el gobierno (cuatro dinamitas centralistas).
En la fase de construcción económica de calles, se impulsó la creación de la Comisión Nacional Bancaria y posteriormente un banco único de emisión, el banco de México, éste último, respondió a la necesidad de establecer un régimen bancario con orientación económica y social, con el propósito de llevar a cabo una organización crediticia con espíritu nacionalista.
Sin duda uno de los rubros importantes del régimen de calles fue el problema agrario, era indispensable la reforma agraria y se prefirió el proyecto de complementar al campesino con materia prima y técnicas; la organización racional de los cultivos y la infraestructura para la producción.
El presidente Calles consideró tres cuestiones: en primera instancia, introdujo la idea de la reforma agraria integral, el campesino con materia prima y técnicas; en segunda, la intervención oficial en la producción para el desarrollo nacional de los cultivos, una solución más allá de la infraestructura a través de la planificación de la exportación de la tierra; y por último, la inclusión de la rehabilitación del campesino y del indígena. El nacionalismo callista concordó también con una sociedad urbana.
El vínculo: tierra e indígena es de alta significación para comprender la noción de revolución de Calles. La educación actuó como parte importante de la codificación y en 1924, el 29 de diciembre, se aprobó el Programa de Acción; en realidad se habían dado los primeros pasos para la organización de la enseñanza de acuerdo a los principios de acción desde el año 1923 y fue en 1925 que se aprobó en firme la propuesta. Ya en 1923 la profesora Eulalia González había manifestado su entusiasmo por la Escuela Nueva, ella consideraba que la educación debería estar guiada por los siguientes postulados:
I. La escuela Nueva debe ser constante laboratorio pedagógico; debe basarse en hechos y no en palabras. La observación y la experiencia deben preceder siempre las lecciones orales.
II. Si es posible debe estar en el campo. La experiencia individual ocupará primer ligar con la que debe entremezclarse el trabajo colectivo para educar al niño en la idea de la comunidad.
III. Los trabajos manuales constituyen una parte esencial del programa de estudio. Los horarios y los programas dejan de ser rígidos para adaptarse a la necesidad del niño. Los deportes deben verificarse al aire libre.
IV. Las clases se darán sobre el terreno de la observación y la experimentación y los trabajos de ellas deberán ser verdaderos talleres en donde el niño investigue o recapacite sobre las observaciones y experiencias por él mismo.
V. La escuela nueva es coeducativa, para acostumbrar a los niños de ambos sexos a tratarse como compañeros y a guardarse consideraciones que se deben un sexo al otro.
VI. El maestro desempeña el papel de guía, no existen premios y castigos, la disciplina está basada en la libertad dentro del trabajo y la alegría. Las excursiones forman el medio más activo de enseñanza.
VII. En la Escuela Nueva el espíritu de servicio y cooperación sustituirá al espíritu de lucha, de competencia o de pugna. La fraternidad sustituirá el egoísmo; la idea de paz a la de guerra, se sustituirá la violencia por el amor.
VIII. Se adoptará el método natural de frases para la lectura – escritura; la construcción como auxiliar de la aritmética geometría.
IX. En la Escuela nueva los maestros son libres de desarrollar su personalidad e iniciativa. No hay directores todos se auxilian en consejo.
X. La Escuela Nueva debe trabajar en relación constante con el hogar y con la sociedad en general.
La educación fue concebida como parte del programa social que tenía como finalidad la incorporación de las grandes colectividades campesinas y de raza indígena a una vida propiamente civilizada.
A la SEP le correspondió la escuela rural, una escuela que además de enseñar el alfabeto, enseñara el aprovechamiento de los recursos naturales de la región. Escuela “… en la que el conocimiento del material humano con el que se va a trabajar, y de sus características y sus constantes raciales, físicas, espirituales y morales se aplicarán métodos de enseñanza y programas de acción escolar bien estudiados por expertos y desarrollados por maestros que tengan, en lo posible, la preparación necesaria y el amor a la obra indispensable para lograr el triunfo”.
Gregorio Torres Quintero desarrolló en la conferencia “Orientación y organización de las escuelas rurales” los siguientes puntos: 1) lo que debe ser una escuela rural, 2) la preparación del maestro rural, 3) la amplitud y alcance de la escuela rural, 4) deficiencias, económicas, sociales, culturales de los medios rurales,5)organización social de la escuela y el trabajo de la institución dentro de la comunidad, 6) organización de la comunidad de acuerdo con sus necesidades y capacitación de la misma a fin de que sea ella la que resuelva sus propios problemas.
Fueron Moisés Sáenz y Rafael Ramírez los intelectuales encargados de la articulación de la teoría deweyana con la mística de la Revolución Mexicana. Sáenz consideraba a la escuela rural la empresa de un país, era un centro social para la comunidad, la socialización, la diversidad de ocupaciones, la educación estética para el desarrollo del espíritu nacionalista. La escuela rural es un lugar de conexiones vitales de la comunidad donde se establecen procesos de socialización.
El planteamiento nacionalista mexicano de esta época esta permeado por la noción de nacionalismo engendrador de las naciones, no a la inversa, no es que se deje de aprovechar la multiplicidad cultural con riqueza cultural preexistentes, sin embargo, “… el nacionalismo es esencialmente la imposición de una cultura desarrollada a una sociedad que hasta entonces la mayoría, y en algunos casos la totalidad, de la población se había regido por culturas primarias. Esto implica la difusión generalizada de un idioma mediatizado por la escuela y supervisado académicamente, codificado según las exigencias de una comunicación burocrática y tecnológica módicamente precisa. La finalidad que Sáenz observaba para la escuela rural eran dos: la incorporación de la gran masa indígena a la familia mexicana y la formación del espíritu rural.
Para Vasconcelos cuya actitud era básicamente la de un liberal estilo siglo XIX, la única solución consistía en la incorporación del indio a la civilización básicamente europea, era sincero en sus intereses por el bienestar de los indígenas, pero no veía que su cultura tuviera algún futuro. Opuesta a esto, había una corriente de opinión conocida como indianista o indigenista que consideraba a la nacionalidad mexicana como básicamente indígena y la revolución como la reafirmación de los valores indígenas.
La incorporación del indio en la proporción de Sáenz no podía desvincularse del espíritu rural, el amor a la tierra, la preferencia por el campo sobre la ciudad; “… atraerlos a la comunidad de ideas y emociones que es México, sin sacrificar sus muchas virtudes; paciencia maravillosa, serenidad y resistencia física y mental, temperamento creador y alma artística en su mera esencia. El impulso del espíritu rural estaba dirigido a impulsar la reforma por la vía de la salud, la escuela, la economía y la redacción. La tierra, reconocía Sáenz, es el vínculo entre Dios y el Hombre, es el lugar donde el hombre se identifica. El problema para el callismo, y de hecho de los gobiernos de la dinastía norteña, era el destruir o incorporar al indio a la civilización, una primera medida fue “romper con el aislamiento geográfico”, la segunda medida era la propiedad de la tierra. La necesidad de enseñar a los indios el manejo de los implementos de labranza en las escuelas y convertirlo en un hombre libre consciente y responsable. Sáenz creía en la humanidad y en el respeto de la personalidad de los otros, la democracia requiere de la igualdad de oportunidades para todos, y también la misma educación para todos. Afirmaba que la escuela democrática es la escuela del pueblo, no importa el hombre, racionalista, socialista, de acción, practica, etc.
Las características de la educación en la sociedad democrática son: “La universalidad de la oportunidad, la variabilidad y reflexividad de programas escolares, y en el proceso educativo mismo, la colaboración de los especialistas en el sistema de las escuelas y la sujeción de la escuela democrática sean los mismos que la democracia. La construcción de una perspectiva de lo educativo iba construyendo una fuerza reguladora de la vida colectiva definiendo las características de pertenencia a la nación mexicana, pero también, la relación de esta pertenencia con las instituciones y muy particularmente con la institución escolar. La institución escolar penetraba en las comunidades bajo la perspectiva socializante y como alternativa a la confrontación fratricida e incorporada significaciones de integración y normatividad de la vida en común bajo la dinámica de la acción social.
La escuela rural además, debía preparar a las nuevas generaciones, bajo las siguientes líneas:
a) Educar a los niños para la escuela rural y no para la vida urbana. Esto quiere decir que la Escuela Rural debe tener su programa adecuado y propio y no adoptar los de la educación urbana.
b) Enseñar menos dentro de las aulas y cada vez más fuera de los salones de clase, a través de la experiencia.
c) Seguir un programa práctico de estudios en el que las asignaturas y las actividades que comprendan sean de expresión fiel de las necesidades y aspiraciones de la comunidad rural y de las diversas fases de la vida del campo. Con esto quiere indicar que el programa de estudios no es uniforme para todas las escuelas; las de cada región tiene su propia particular, dentro del criterio que sobre educación rural sustenta la Secretaria.
Las escuelas rurales comprenden en su organización los tres ciclos correspondientes a la escuela urbana. Las escuelas eran mixtas, con dos periodos de trabajo, durante el día como escuela para niños y por la tarde y noche para los adultos. Como parte de la labor de las escuelas rural estaba su acción social que incluía el trabajo con la comunidad para estimular el trabajo de cooperación, intercambiar impresiones sobre la vida nacional y para establecer agrupaciones; ese trabajo debía estar en consonancia con las costumbres de la región y las necesidades de la comunidad.
Rafael Ramírez planteó que la escuela rural tenía como meta enseñar a todas aquellas cosas mediante las que la vida rural puede transformarse en el sentido progresivo, “capacita a la población campesina para transportar su vida, pobre y atrasada, hacia niveles más elevados, pero al mismo tiempo que hace todo esto, enseña a las gentes a manejar los instrumentos de cultura y les importa alguna instrucción” la función de la escuela rural fue la preparación integral de los niños para una vida mejor, a partir de actividades de educación económica, higiénica, domesticas, recreativas y valiosas para los ratos de ocio, así como aquellas que proporciones instrucción mínima deseable.
de donde sacaste esta cita: “No existe ningún manifiesto que no se refiera a los principios de la revolución; desde el punto de vista, que hay que terminar la revolución, que se deben juzgar los eventos en México, y no desde los métodos y legislaciones de países en los que las instituciones sociales y políticas están estables”. ?????
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